Factores que afectan la solubilidad:
Temperatura: la temperatura afecta la rapidez y grado de solubilidad. Al aumentar la temperatura se favorece el movimiento de las moléculas en solución y con ello su rápida difusión. Además, una temperatura elevada hace que la energía de las partículas del sólido, moléculas o iones sea alta y puedan abandonar con facilidad la superficie, disolviéndose.
Presión: Los
cambios de presión ordinarios no tienen mayor efecto en la solubilidad de los
líquidos y de sólidos. La solubilidad de gases es directamente proporcional a
la presión. Como ejemplo imagina que se abre una botella de una bebida
carbonatada, el líquido burbujeante puede derramarse del recipiente. Las
bebidas carbonatadas se embotellan bajo una presión que es un poco mayor de una
atmósfera, lo que hace aumentar la solubilidad del CO2 gaseoso. Una vez que se
abre el recipiente, la presión desciende de inmediato hasta la presión
atmosférica y disminuye la solubilidad del gas. Al escapar burbujas de gas de
la solución, parte del líquido puede derramarse del recipiente.
Naturaleza del soluto y del solvente: Los procesos de disolución son complejos y difíciles de
explicar. El fenómeno esencial de todo proceso de disolución es que la mezcla
de sustancias diferentes da lugar a varias fuerzas de atracción y repulsión
cuyo resultado es la solución. La solubilidad de un soluto en particular
depende de la atracción relativa entre las partículas en las sustancias puras y
las partículas en solución.
Tomado de
Burns, Ralph A. Fundamentos de Química. Prentice-Hall Hispanoamericana
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